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Pool energético: ¿Qué es y de qué factores depende?

El precio de la electricidad es algo que en los últimos meses se ha convertido en un tema de actualidad que nos preocupa a todos en mayor o menor medida. ¿Por qué unos días pagamos más que otros por la electricidad que consumimos? ¿Es verdad que a ciertas horas la energía es más barata que a otras? ¿Por qué?

La respuesta a todas estas preguntas las tiene el famoso “pool”, un término que escuchamos casi a diario pero que la gran mayoría de ciudadanos desconoce qué significa y qué papel cumple en todo este asunto. En Quinto Armónico queremos ayudarte a comprender bien esta palabra, así que hemos preparado este post en el que te desgranamos todas las claves que necesitas conocer.

Que empiece la subasta

El pool energético, que también se suele llamar pool eléctrico, es el término que utilizamos para referirnos al mercado mayorista de energía en el que se compra y vende la electricidad a diario. En este mercado participan productores, comercializadores y consumidores cualificados, que negocian la compraventa de electricidad para fijar el precio de la luz por horas. Teniendo esto en cuenta, podríamos pensar que funciona como una lonja de pescado, pero esto no es exactamente así, ya que el pool tiene un sistema marginalista.

La subasta se realiza con un día de antelación, siguiendo la ley de la oferta y la demanda, y está regulada por el OMIE (Operador del Mercado Ibérico de la Electricidad), que es el operador independiente del mercado al por mayor de electricidad de la Península Ibérica (España y Portugal) y está designado por la UE.

Hay que tener en cuenta que existen dos mercados: el diario y el intradiario. Para el mercado diario, las comercializadoras envían a la OMIE, a las 12:00 h., sus ofertas de cara al día siguiente y a partir de ahí se establece el precio de cada hora, que será más económico en los momentos en que la oferta de generación sea mayor frente a la demanda de consumo y más caro en las que exista una menor oferta de generación frente a la demanda de consumo, como consecuencia del funcionamiento marginalista, respondiendo a la cuestión «¿Cuánta oferta hay para la demanda?«.

Hay que tener en cuenta que la penetración del autoconsumo (que reduce la demanda de la red en horas solares) y las nuevas renovables (que generan, principalmente, en horario diurno) han hecho que los habituales esquemas hayan cambiado para siempre. Por eso, el precio del MWh, que históricamente era menor de madrugada, ahora es más caro que en las horas centrales del día. God bless photovoltaics!. Ese precio fijado el día anterior se ajustará hasta seis veces según las necesidades del mercado, en lo que se conoce como mercado intradiario.

La peculiaridad del sistema marginalista es que todos los generadores, en estas subastas, indican el precio mínimo al que venderían su energía para la hora en que se esté subastando. Los consumidores (las comercializadoras) indican el precio máximo al que comprarían la energía para sus clientes para la hora que se esté subastando. Con los precios de los generadores y de los comercializadores se forman dos curvas. En el punto en el que se cruzan marca el precio para todos. Es el precio al que todos los generadores venderán la electricidad y los comercializadores la comprarán. Hay que recordar que es posible que haya transacciones de energía que se realicen mediante mecanismos bilaterales y no pasen por el pool.

curvas agregadas de oferta y demanda

 

Factores que influyen en el precio de la electricidad

Como te acabamos de comentar, el pool energético se fija dependiendo de la relación entre demanda y oferta de electricidad, por lo que es obvio que este es el principal factor que influye en el precio que pagan los consumidores. Pero a esta relación le afectan muchas variables, de ahí que el mercado eléctrico sea tan cambiante, como estamos pudiendo comprobar durante los últimos meses.

Los tres principales aspectos que hay que tener en cuenta son estos:

  • Las condiciones climatológicas: como es lógico, la producción de energías renovables depende en gran medida de la climatología. De esta forma, un día de mucho viento favorece que el precio del pool sea más bajo porque en ese momento se produce más energía eólica. A la vez, el tiempo que haga influye en el precio, ya que en los días más fríos del año lógicamente habrá más demanda de energía y el precio subirá.
  • El coste de las materias primas: las centrales térmicas, que funcionan con gas o carbón, son las que suelen marcar el precio final del pool y dependen en gran medida del precio de las materias primas, que suele ser muy variable. Por eso si el precio del gas está disparado, como ocurre actualmente, el precio de la luz también subirá.
  • Los horarios laborales: como ya sabemos, la demanda de energía es el principal factor que determina el precio de la luz. Es lógico entender, por tanto, por qué los fines de semana y los días festivos, al haber menor demanda por parte de las empresas, el precio es menor.

Teniendo todos estos factores en cuenta, seguro que ahora comprendes mejor cómo funciona el mercado eléctrico y por qué es tan difícil prever lo que ocurrirá con el pool a medio y largo plazo.

Si quieres aprender más sobre todo ello, te recomendamos que no te pierdas nuestro post sobre el mercado eléctrico, en el que te explicamos algunos conceptos clave como los swaps, las GDO o el PPA.

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